viernes, 9 de junio de 2017

Historias en Pelotas - Vol.1

Así las cosas, como ya se habrán de imaginar, decir que me voy Pelotas desató una ola de chistes entre todos mis familiares y amigos hispanohablantes. Ahorrense la molestia, ya escuché todos los chistes. -Sí, todos, ya los escuché todos-. Exhibit A:"¿Vas a estar en pelotas? ¿Vas a estudiar en pelotas? ¿Vas a dormir en pelotas? ¿Vas a vivir en pelotas?.. la lista sigue.

En fin, creo que al fin hice las paces y estoy lista para compartirles mi experiencia en los primeros 30 días de mi viaje en Brasil.

Primero que nada, no es nada como en las películas y revistas. Los meses de junio, julio y agosto son invierno en este lado del ecuador. Ahora, como pueden ver en el pequeño punto azul en el mapa, Pelotas está en Rio Grande do Sul, que es el último estado en Brasil, lo más al sur que se puede estar.
Se considera una región gaúcha y las personas están sumamente orgullosas de sus tradiciones. En estas tierras se bebe mate (chimarrão), se come churrasco y se baila sertanejo. 


Aquí se come arroz y frijoles, todos los días. No, no estoy exagerando, es literal; todos y cada uno de los días para la comida, y la mayoría de las noches de nuevo en la cena. Arroz con frijoles encima es lo que siempre acompaña tus comidas. Hasta ahora no he tenido ningún problema, y para ser honesta, creo que tienen muy buen sazón.

Además de arroz y frijoles, Pelotas es conocida por ¡ser la cuidad de los dulces! Hay de todos colores y sabores y, aunque aún no los pruebo todos, estoy muy emocionada por hacerlo.


El clima es particularmente frío y horrendamente húmedo (sufro como precious) pero creo que me estoy empezando a acostumbrar. Si algún día deciden venir, traigan ropa, mucha (no he visto a nadie que tenga secadora y la ropa tarda milenios en secar), calientita e impermeable (llueve seguido).

El centro de la cuidad es muy antiguo, pero es muy bonito. Mayormente se compone de tiendas, escuelas, plazas e iglesias.
Primera Universidad en la ciudad
Fuente en plaza Coronel Pedro Osorio

Catedral Metropolitana de San Francisco de Paula

Iglesia "Cabeluda"
Como algunos sabrán, llegué a Brasil sabiendo decir "hola" y "baño" lo que dificultó un poco las cosas para adaptarme pero bueno, ahí la llevo. Mi portoñol será tema de otro post, supongo. Creo firmemente que mi supervivencia en este país se la debo a la gente maravillosa que he conocido. A los brasileños, que a pesar de que no hablemos el mismo idioma y nos comuniquemos con señas, mímica e imágenes en google, me han ayudado y me han tenido paciencia cada vez que ven mi cara de horror cuando hablan muy rápido. Creo que "Por favor, fala devagar" es la frase que más digo en un día.
Noche de churrasco
También tengo que agradecer a mis amigos latinos (mexicanos incluídos), súper lindas personas todos y muy, muy divertidos. Si me están leyendo, muchísimas gracias por todo.

Noche de xis, cerveza y baile: México, Brasil, Colombia e Uruguay


Con mi roomie Bianca, en la playa Laranjal
Aquí termino por hoy; extrañando México pero feliz de estar conociendo nuevas tierras, personas, culturas, palabras y comidas. 

Tchau!








2 comentarios:

  1. Me encanta lo que has publicado, tanto el contenido como la forma en que lo compartes.. hasta el nombre/título (sé de alguien que le va a encantar éste último). Felicidades y ¡Ánimo!

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